Ayuso no cerrará perimetralmente Madrid en Navidad, ni tampoco comercios y restaurantes

Madrid celebrará la Navidad con la mayor normalidad posible y sin más restricciones que las estrictamente necesarias. La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este jueves que no va a impedir «que los ciudadanos entren o salgan» de la región para reunirse con sus familiares en fechas tan entrañables. Tampoco cerrará comercios y restaurantes.

El Gobierno de Madrid rechaza así el plan del Ministerio de Sanidad, que ayer aconsejó a las comunidades autónomas cierres perimetrales para impedir los viajes entre el 23 de diciembre y el 6 de enero incluso a familiares y allegados. El departamento de Salvador Illa también planteó que el número máximo de personas en las reuniones navideñas sea inferior a 10 y adelantar el toque de queda, que había quedado fijado en la 1,30 horas de la madrugada.

«No nos plantemos arruinar a los comercios, ni cerrar la hostelería, ni afectar cada vez más a la economía», ha afirmado la presidenta madrileña en el Pleno de la Asamblea de Madrid en respuesta a una pregunta de Vox sobre las posibles restricciones a la movilidad en Navidades.

La ‘baronesa’ del PP se ha mostrado con la determinación y claridad que le caracteriza: «No seremos nosotros los que vamos a impedir que los ciudadanos entren o salgan de la Comunidad de Madrid bien para ver a sus familiares, para trabajar, para hacer cuestiones con el médico, etc. Vamos a hacer estas medidas sensatas y mientras tanto ver cómo evoluciona la pandemia. Ver si hay una tercera ola o si esto es solamente unos ecos del Puente de la Constitución».

Mayor incidencia

La pandemia está experimentando un pequeño repunte en la Comunidad de Madrid, que después de reducir la incidencia de los contagios hasta situarla a la cola de toda España hasta el puente de la Constitución y de la Inmaculada, ahora ha escalado posiciones y se sitúa de nuevo entre las más altas, pero muy lejos de cuando alcanzó el pico más alto de la segunda ola. Madrid registra estos días una incidencia de 237 casos por cada 100.000 habitantes, por encima de la media española (198 casos) y sólo por detrás de Baleares (291), el País Vasco (266) y Castilla-La Mancha (239).

Pese al repunte, la situación en los hospitales de Madrid se resume así: a día de hoy sólo 8 de cada 100 camas están ocupadas por pacientes de Covid.

Ayuso ha explicado que su Gobierno, por tanto, va a seguir aplicando las mismas medidas que ha tomado hasta ahora: concienciación ciudadana, ventilación, cierres nocturnos y medidas en zonas básicas de salud con alta incidencia del coronavirus.

Las medidas que actualmente están en vigor, salvo en las dos zonas básicas de salud con restricciones añadidas, son las siguientes: reuniones en grupo de 6 personas máximo; toda la actividad cerrada de 00:00 a 6:00, sin poder estar o salir a la vía pública; todos los comercios cierran a las 22:00 horas, y los bares y restaurantes a las 00:00 horas, aunque una hora antes de su cierre ya no pueden aceptar clientes.

Pedro Sánchez avanzó ayer la necesidad de endurecer las medidas restrictivas para atajar la pandemia en unas fechas tan proclives al contacto social como las de Navidad. En su comparecencia en el Pleno del Congreso, para informar sobre la declaración del estado de alarma, el presidente del Gobierno advirtió de que el Gobierno, si lo considera necesario, propondría a las comunidades autónomas medidas más severas de cara a los próximos días.

Los test de antígenos

En la otra gran polémica que enfrenta al Gobierno de España con el de Madrid -los test de antígenos en farmacias que el Ministerio de Sanidad rechaza- ha terciado hoy el vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado. El dirigente de Ciudadanos se ha jugado una cena con los diputados del PSOE a que muchos de ellos están pensando cómo hacerse un test antes de la cena de Navidad para así poder celebrarla junto a su familia y amigos. «Cuanto antes tengamos los test de antígenos en las farmacias y más test hagamos, y en la medida en que lleguen pronto las vacunas será más fácil que la tercera ola no nos impacte ni en vidas ni empleos», ha defendido Aguado.